UNOS HUMILDES INICIOS
Conforme me iba haciendo mayor, me parecía normal crecer en un "mundo de hombres". En aquella época, todos mis amigos eran chicos y supongo que eso hizo que me sintiera como uno de ellos. Parecía que encajaba bien tanto cuando íbamos en moto como si sólo pasábamos el rato juntos. Cuando empecé a competir y a ganarles fue muy divertido al principio, pero a medida que fui creciendo, empezó a parecerme un poco extraño, ya que veía que lo que estaba consiguiendo ninguna otra chica lo había hecho antes.
Para cualquiera que se inicie en cualquier tipo especialidad motociclista, creo que el trial es perfecto para empezar. Creo que te enseña técnicas realmente importantes y te ayuda a desarrollar tu capacidad, incluso si ya estás compitiendo en otra disciplina. El trial te enseña muchas cosas como el equilibrio, el control y la paciencia. Es desafiante a nivel mental y hay que ser muy preciso y estar concentrado en todo momento para tener éxito. Incluso para la vida cotidiana, el trial ayuda. Los jóvenes que un día aprenderán a conducir un coche, ya estarán un paso por delante, ya que sabrán utilizar correctamente el embrague y las marchas.